Ademàs

No puedes condicionar tu actuar según lo que suceda en otras esferas.

¿Cómo alguien decide sufrir?, ¿Cómo alguien decide ser feliz?, ¿Se trata toda la vida de decisiones?. Nunca sabemos si tomamos las decisiones correctas hasta que vemos sus consecuencias. Las personas solemos cambiar tanto las circunstancias, que los lamentos ya no son parte de la vida sino que son parte de nuestras decisiones. Entender que “decidir” es una de las mayores responsabilidades que tenemos en nuestra vida es asumir que no somos víctimas de las circunstancias sino ejecutantes de nuestra realidad a diario, segundo a segundo. Aunque esa realidad viene dada, desde el fondo, de un ser que todo lo puede.

El día en que soñé la luna sonrió, el camino pareció eterno y la risa abundante. El día en que temí, mi corazón temeroso se alejó y mi vida se devolvió. Hubo un eje que no pude descubrir en ese minuto. Hubo un instante que no capturé porque había perdido el sentido real.

El día en que volví a soñar, los recuerdos crearon escenas tan fascinantes como la mejor película de ciencia-ficción y todo parecía ser parte de mi piel. Sin embargo, desperté queriendo más y la realidad pudo más conmigo; la realidad asumió un papel protagónico y se deshizo lentamente de escenas memorables, la realidad renació mi lado de amar, renació mi esencia, todo aquello que había ocultado y de lo cual me había distraído por una estancia prolongada.

Caí, pero volví paso a paso a levantarme. Hubo alguien más que hizo de mis sueños un señuelo para mi posteridad. Particularmente, para un hoy. En caída y humillada me levantó. En sueño y sin deseos de despertar me trajo en reposo a donde estoy. Tengo un agradecimiento tan grande a ti Señor,  ¿Qué hubiera sido de mí si no te hubieras fijado en mí?, ¿estaría igual? Pues, yo creo que no. Las cosas hubieran sido más difíciles, no las hubiera visto como las veo ahora. Aún estoy ansiosa por tu propósito pero confió tanto en ti que perdió sentido lo que me movía y hoy ocupas el eje central.

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” 1° de Juan Capítulo 4.

Hoy agradecida de todo puedo iniciar mi viaje……

“Dios es amor; y el que permanece en el amor permanece en él…”

Dispuesta a vivir mí hoy y al fin soltarme al futuro…a ese que le tenía miedo. Si estás conmigo, nada me detendrá. Si estás conmigo, sabré corresponderte y brillaré como solía hacerlo junto al sol. Si estás conmigo, al fin puedo decir SI, ACEPTO!. Un momento tan especial, que ya lo había cerrado para mí, se hace presente sin temor y sin error.

“En el amor no hay temor.

Sino que el perfecto amor echa afuera todo temor.

El temor lleva en sí castigo de que todo el que teme

no ha sido perfeccionado en el amor.”

Sigo mi corazón ya sin condicionamientos…me abandono a mis pensamientos, a tus desafíos en mi vida, a tu voluntad y a mi trabajo en conjunto para que así sea.