Debo señalar de antemano, que esto no es menospreciar a nadie ni encasillar a una persona en una categoría en específico. Al contrario, esto tiene que ver con sentirse distinta, atendida y en todo momento acogida. Elimino toda relación con estados anteriores y quizás similitudes con el futuro, pero advierto mi deseo de aclarar aquello que dejó pensando a mis sentidos.
En la normalidad de un día una invitación cambió el sentido de la noche, risas y grata compañía en acuerdo, baile en complicidad…pero no es en esto que quiero poner énfasis, sino en los detalles que se dieron, aquellos que sin pronosticación le dan el título de “todo un caballero”. Detalles sí, pues sin querer me fijé en ellos y noté que no son agregados sino adquiridos y eso habla muy bien de él. Simples gestos como un abrazo que nace de la ternura y cruza los corazones para sentirnos más amigos; gestos, como ese toque en las manos, para agradecer una excelente compañía y opacar el frio de una noche santiaguina a la cual aún no nos acostumbramos; gestos, como hacerme sentir cada vez mas parte de aquí; gestos, como recorrer todo Santiago por tu ideal de ir a buscar y dejar a las mujeres en sus casa sea la hora que sea; gestos, ahora sí naturales. No se trata de cuestionarse los gestos, sino de resaltar el hecho de que pensé en algún momento que de esos gestos en los hombres estaban extintos. Tienes el toque de las costumbres antiguas en un envoltorio fresco, nuevo y con mucha soltura. Desde mi visión, son tres tus atributos más especiales, que en conjunto con tu personalidad te hacen en algo diferente al resto, estos son: En primer lugar, tienes raíces familiares conservadoras tan arraigadas que se notan en tu hablar, en la forma que vives y en el modo que ordenas tu departamento; en segundo lugar, un espíritu en calma que impresiona luego de haber pasado por lo que pasaste; y en último lugar, un amor a Dios que me sorprende, que se nota en tu actuar. Sobre este último punto, debo decirte que quizás muchas veces nos equivocamos pero siempre y a pesar de todo, Dios está con nosotros. Nuestro conocimiento sobre él es lo que tenemos de herencia.
Bueno, eso es mi estimado.
Amigo, ya sabes podrás contar conmigo siempre, te deseo en todo lo mejor. Por ahora disfruta tus vacaciones y tu tiempo. Estoy para apañarte en lo que necesites.
Ten presente ahora y para la posteridad, que personas como tú hay en pocos lugares. Por ello, agradezco haberte conocido y el hecho que me tengas presente cuando me siento abstraída del mundo físico. Tus llamadas, en el momento más extraño y sin explicación, ya te han dado un lugar en mi corazón.
Un enorme abrazo, de esos de tu altura…jejeje.
Mi resistencia
Los pericos
Nada para hacer un hombre, porque yo nací un hombre..
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